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En Cáceres, el ámbito cultural en la mitad del siglo XX gira cerca de la revista Alcántara, fundada por Tomás Martín Gil, Jesús Delgado Valhondo, Fernando Bravo y José Canal el 10 de octubre de 1945 con el subtítulo de “Gaceta literaria. Publicación por mes de los Servicios Culturales de la Excelentísima Diputación de Cáceres”. En 1955, se festejan 2 exposiciones de pintura sobre el impresionismo y el arte abstracto, que son complementadas con actuaciones musicales y conferencias. Juan José Poblador edita productos en la revista Gévora, donde aclara las especificaciones del arte nuevo. La imprenta Arqueros crea la Biblioteca de Autores Extremeños con la edición de Poesías de Carolina Coronado.
En Mérida se festeja la I Exposición Filatélica en 1951, y en Cáceres la IV Exposición Filatélica en 1956. En Cáceres se organiza la I Exposición Nacional de Fotografías en 1956, y la II Exposición Fotográfica Extremeña en 1957. El folklore también fue atendido desde instancias oficiales por medio de los Conjuntos de Coros y Danzas de la Sección Femenina, que lo difundieron por España, Europa e Hispanoamérica con un gran éxito. En 1958, Fermín Ramos edita una carta a los versistas de Mérida, donde les agradece cuánto hacen por la poesía en la ciudad aportando fe y amor a la vida desde la revista Olalla, aunque les advierte que les falta organización y objetivos (quizás esta carta sea una arenga para revitalizar Olalla, que por estas fechas había dejado de editarse).
Sin embargo, la localidad no dispone de recursos para dedicarlos a la cultura ni, por tanto, a la edición de gacetas literarias que, por ese momento, sería considerada por muchos una compañía inútil. La literatura asimismo dispone de un espacio donde se editan un emotivo elogio de Jesús Delgado Valhondo al mítico río Anas , la percepción lírica de Francisco José Chacón , la alabanza de Fermín Ramos a los versistas de Mérida o una crónica sobre la celebración poética organizada por los elementos de la revista Olalla . También se editan ensayos especialistas como las investigaciones del Conde de Canilleros sobre la vida de individuos nobles (“En el momento en que el Clavero se detuvo en Mérida”, 1953), los estudios históricos de Sáenz de Buruaga (“La heroica resistencia de Mérida a los ejércitos musulmanes”, 1954) o los consejos pediátricos del doctor Manuel Sanabria (“Juegos y juguetes infantiles”, 1955). Y además se comunican con profusión las ocupaciones culturales , que realizan durante el año la Asociación de Alumnos del centro Santa Eulalia, el Liceo y el Festival de Teatro Tradicional, focos de la civilización emeritense. Los objetivos de esta publicación son crear un ambiente dinámico en la actividad ciudadana, favorecer una aceptable relación entre los emeritenses, dar a conocer exteriormente la oferta económica y turística de la región, ser portavoz lírico y también informativo de sus intereses y tender puentes de relaciones con el exterior.
Después del verano se organiza una velada poético-musical a cargo de la guitarrista Meme Chacón y los versistas Eloy Soriano, Manuel Monterrey, Celestino Vega, Terrón Albarrán, Díaz de Entresotos, Antonio Zoido, Delgado Valhondo, Manuel Pacheco, Álvarez Lencero y Rodríguez Perera. En 1954, se festeja una fiesta poética organizada por la cátedra Donoso Cortés, en la que intervienen José Díaz Ambrona y los poetas Manuel Monterrey, Terrón Albarrán, Álvarez Lencero, Rodríguez Perera, Antonio y Eloy Soriano, Antonio Zoido, Eladia Morillo-Velarde y Manuel Pacheco. Asimismo forman parte el poeta madrileño Martínez Remi y el portugués Mario Beirao, que recita poemas titulados genéricamente “A minha poesía sobre Espanha”. En la época del siglo XX, el ambiente cultural de Badajoz viraba en torno a la Diputación, la Gaceta de estudios extremeños , el Ayuntamiento, el jornal El día de hoy , la gaceta Guadiana que, construída en 1946 con el subtítulo de “Semanario de ocupaciones extremeñas”, es dirigida por Fernando Sánchez Sampedro con López Prudencio, Enrique Segura, Reyes Huertas, Eugenio Frutos y Jesús Delgado Valhondo como ayudantes. Asimismo ambientan el panorama literario las gacetas poéticas Alor y Gévora, las ocupaciones de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, dos cátedras de cultura (Ocurrente Cortés y López Prudencio), varias tertulias, conjuntos de teatro aficionado como El retablo, comandado por Juan José Poblador, que representa un extenso abanico de obras de autores extranjeros, españoles y extremeños (Antonio Orio-Zabala, Antonio Soriano y Antonio Zoido). Y, además, animan el ambiente la celebración de numerosas ocupaciones como Fiestas de la Poesía, Juegos Florales, recitales, exposiciones, representaciones, charlas, celebraciones, recitales y tutoriales de verano, que unas veces brotan de la iniciativa institucional y otras del dinamismo especial de personas o conjuntos entusiastas de la Cultura. Durante los años 50, la poesía romántica de Carolina Coronado, la clásico de Gabriel y Galán y modernista de Luis Chamizo, por un lado, y la lírica arraigada, por otro, son las dos corrientes que están afianzadas en el ámbito cultural extremeño.
Félix Valverde Grimaldi, director de la publicación, abre la celebración poética dando la bienvenida a los asistentes y a los poetas venidos de Cáceres, Badajoz y La capital española (María del Carmen Kurckemberg, José García Nieto, Luis López Anglada, José Luis Prado Nogueira y José Gerardo Manrique de Lara). En resumen, las gacetas Jaire, Mérida, Olalla y el semanario Mérida, si bien fueron modestas empresas editoriales, sirven de foro a varios poetas que, en una época de pocos medios difusores, pueden divulgar sus versos en su ambiente próximo y lejano. Este esfuerzo cultural obtiene sus frutos, pues la literatura que favorecen, hoy día, forma una referencia obligada para conocer la poesía extremeña y española de mediados del siglo XX. En la década de los años 50, es la publicación oficial de la feria de Mérida, donde se propagan las actividades del municipio, el programa de festejos, el letrero de toros, la cartelera de cines, colaboraciones variadas, información deportiva, fotografías, dibujos y anuncios de los negocios que afirman la edición de la gaceta. En estas dos últimas publicaciones se encuentran numerosos datos sobre la población en la década de 1950 y, además, un número inusual de poemas (cien en los diez números de la gaceta de Feria y 150 en los 110 números modificados del semanario), que muestra un interés especial por la poesía en una época con preocupaciones más urgentes.
Estancos Badajoz
Esta situación hace que en 1951 empieze a ser frecuente la reivindicación de una Facultad para Extremadura por la parte de Asociaciones de Antiguos Estudiantes, intelectuales y también instituciones. Pacheco fue una persona muy concienciada socialmente y puso su poesía al servicio de su deber con el hombre. Por eso sus temas traten del hombre, la familia, la identidad personal y la preocupación por los seres desvalidos, víctimas de la pobreza y las desigualdades sociales, con los que diariamente convivía en una zona marginal de Badajoz. Es característica su denuncia contra el hambre, la incultura, la injusticia y la opresión del hombre por el hombre en el ámbito laboral, económico, social, ideológico y bélico.
Después se celebra otra campaña de música, teatro y poesía donde se proyecta el documental “Taglewood, escuela de Música” y recitan poemas Jacinto Berzosa, Gabriel Rosado, Pedro Romero, Pedro María Rodríguez, José Canal, Eladia Montesino y Fernando Bravo; se representa ¿A quién me recuerda usted? De los hermanos Quintero, apuntada por Rodríguez Pulimentado; Narciso Puig recita a Chamizo y Gallardo y se escucha una reproducción musical de “Capricho italiano, opus 45” de Tchaikovsky y de “El Corpus en Sevilla” y “Triana” de la Suite Iberia de Albéniz. El Departamento de Seminarios de la Jefatura Provincial del Movimiento organiza conferencias como “El hombre español ante los tiempos modernos” por José María de Llanos o “Vieja Europa y novedosa Europa” por Licinio de la Fuente. También la Casa de la Cultura hace lo propio con hablas como “Ideas estéticas de Menéndez Pelayo” por Camón Aznar. Con el análisis de los elementos intervenidos, pruebas periciales y también incriminatorias, a los en este momento detenidos se les instruyó diligencias por su implicación en la sustracción de vehículos, robos perpetrados en estancos, estaciones de servicios, hotel/restaurante, naves de transporte y parcelas de Ribera del Fresno, Aldea de Retamal, Monesterio, Villafranca de los Barros, San Pedro de Mérida, Santa Marta de los Barros, Guareña y Gévora.
Enrique Segura Otaño es señalado en el suplemento literario del Times londinense por la Vida de Eça de Queirós, con la que ha contribuido al Centenario de este novelista luso, y por un estudio sobre Francisco Valdés. En el Ateneo de La capital española Eugenio Frutos diserta en un período sobre España y Europa con una charla sobre “La salvedad de España”. Pérez-Comendador es nombrado miembro de la Academia de Preciosas Artes de París.
A pesar de todo, Olalla es otro corto emprendimiento editorial, ya que solo publica seis números hasta septiembre de 1957 por las sospechas de la policía sobre la lectura de Machado y Lorca en las reuniones del grupo y la imposibilidad de mantener los gastos de edición. Pese al ímpetu poético inicial que este grupo de jóvenes muestra, la vida de Jaire fue fugaz, pues solo pervive hasta mayo de ese año, en el momento en que edita su tercer número, por la disgregación del conjunto y problemas de financiación. “Voy por ese camino de heridas que vieron tus ojos / en una noche de miedo llevada a cabo sombra en el fondo de la luna. / Aún se ven las huellas del viejo borriquillo fabricadas espuma / en la inmóvil arena. En 1955, el Departamento de Seminarios de la Falange de Cáceres organiza un recital poético en el que intervienen el hispalense Fausto Botello, el pacense José Luis Tafur y el canario Guillermo Servando. En la primavera del año vigente, el gobernador civil de Cáceres, Antonio Rueda, organiza las Jornadas Literarias por la Alta Extremadura, una actividad que lleva a sesenta y 2 escritores extremeños y foráneos por la parte norte de Cáceres, a fin de que la conociesen y diesen fe de su atractivo.
En 1956, Cáceres celebra la Fiesta de la Poesía con páginas destacables en periódico Extremadura y audiciones poéticas en la emisora local. El “Teatro al aire libre”, comandado por José Tamayo, representa en la plaza de Santa María de Cáceres “Los intereses creados” de Benavente y “Edipo” de Pemán.
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estancos en Gévora
Encierra una muy dura crítica contra el atraso, la pobreza, la injusticia, la carencia de cultura y de progreso en la zona extremeña. El libro tiene como personajes principales a los seres anónimos (denominados genéricamente Juan), que malviven con su duro trabajo y la desesperada perspectiva de la carencia de horizontes. Canciones en carne viva son poemillas populares que manifiestan con una profunda pena las intranquilidades de libros precedentes. Poemas para charlar con Dios es un libro escrito cuando el poeta está enfermo y siente renacer sus profundas y genuinas convicciones religiosas. Y Humano , dedicado a Marifé, contiene la reaparición de su preocupación social, el cariño por su tierra y la angustia ante la muerte. Desde 1952 a 1961 dirige la gaceta Gévora de Badajoz con Manuel Monterrey, se dedica de lleno a la poesía y trabaja la escultura de hierro.
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No obstante, la gaceta se transforma en el centro de la poesía extremeña a lo largo de las décadas de los 40, 50 y 60, ya que en sus páginas publican los más destacados poetas extremeños del momento. Este contacto, que va cohesionando a los versistas cerca de varias actividades culturales, comienza a ser fomentado por los diarios El día de hoy y Extremadura que, a principios de los años 50, empiezan a editar una página literaria, donde los versistas celebran con sus versos la llegada de la primavera coincidiendo con la Celebración de la Poesía. En 1958 el Hoy crea un suplemento semanal, donde destaca el interés por las actividades artísticas y, de manera especial, por la literatura y la poesía. También edita varios cuentos a narradores que, hasta aquel momento, eran extraños en su mayor parte. Asimismo en Badajoz, patrocinado por la Diputación, se ha festejado un recital poético con versistas locales y la colaboración de Eduardo Alonso, Fernando Dicenta, Rafael Azcona, José Asenjo, Manuel Alcántara, Mariano Povedano, Juan Pérez Creus, Manuel Martínez Remis y Carmina Morón, poetas de “Versos a medianoche” del Café Varela de La capital de españa.
Debajo aparece un editorial escrito por Rabanal Brito (a veces por Santos Díaz Santillana) con temática local. Otras veces este espacio es ocupado por un apartado informativo de Sáenz de Buruaga con títulos como “Personajes consagrados emeritenses” o “Páginas de nuestra historia”. Esta publicación emeritense es editada todos los sábados desde el 27 de diciembre de 1952 (nº 1) al 29 de enero de 1955 (nº 110) en la imprenta Rodríguez de Mérida con el patrocinio del empresario emeritense José Fernández López. El semanario Mérida es el órgano de difusión social de la Biblioteca Municipal Juan Pablo Forner; su directivo es José Álvarez Sáenz de Buruaga y su redactor Tomás Rabanal Brito. La edición de Olalla una parte de las 500 pesetas que reúnen los elementos del conjunto y sigue con vida con ciertas subscripciones, la subvención del ayuntamiento y las aportaciones de los creadores.
La primera es la que, por un lado, aprecia la gente común que se conmueve ante la pasión cariñosa de la poeta, los sentimientos elementales de los 2 poetas enraizados en la tierra y las inquietudes existenciales de la poesía arraigada que es la permitida por la censura en todo el país. Los poetas de esta tendencia se identifican por un enfoque vital de la presencia, el planeta y su relación con Dios, que acostumbran a marcar con fuerte avatares emocionales entre la esperanza y la decepción, un óptimo manejo de los recursos líricos, la atención equilibrada de las formas clásicas, habituales y el versículo. Realiza una campaña cultural con actos que anuncian la llegada del Realismo social como una sesión de teatro leído destinado a Alfonso Sastre con su obra La mordaza y a J.
En la época de 1958, la Dirección General de Enseñanza Primaria y la Junta Nacional contra el Analfabetismo organizan la Campaña de Educación Primordial en la Siberia Extremeña para llevar información y cultura a aquella zona deprimida y distanciada de los focos mucho más activos. Profesores, inspectores y políticos son acompañados por los escritores Luis Álvarez Lencero, Jesús Angosto Valhondo, Manuel Pacheco, Juan José Poblador y Antonio Zoido que, además de intervenir en hablas sobre la poesía y el libro, participan en recitales donde comprueban que, mediante la poesía, conectan fácilmente con el espíritu de la multitud elemental del campo cumpliendo una función social. La revista Jara, dirigida por Antonio Zoido y Jesús Delgado Valhondo , fue el medio difusor de la Campaña. No obstante, el número y la calidad de estos poemarios no esconde la dificultad editorial, que hay en Extremadura por estos momentos, pues múltiples de estos libros deben ser modificados fuera de la zona (el de Valhondo, en San Sebastián; el de Lencero, en Guadalajara, o el de Frutos, en Zaragoza). Esta situación hace difícil que comiencen antes a modificar (Eugenio Frutos no publica hasta los 42 años o Pedro Caba hasta los 74), obstruye que el poeta sea popular en los entornos literarios del sitio donde se publican sus libros, hace que su poesía sea deficientemente difundida, logra que se desmarque de los versistas de su generación y provoca que sean en general ignorados. Juan Pueblo , obra que le dio popularidad, circulaba manuscrita entre alumnos y obreros antes que la autopublicara, ya que tuvo problemas con la censura.
Esta actividad se complementa todos los miércoles con la lectura de poemas por los propios autores. Este activo ambiente se ve completado con la celebración de charlas. En 1950, Cela diserta sobre “Teoría de la novela” y el delegado del periódico Extremadura, Puig Megías, sobre “Los hombres de mi generación”. En 1951, el Seminario de Estudios de la F.Y también.T de Badajoz organiza conferencias con títulos como “La región de riegos del Guadiana” por el catedrático de Geología Francisco Hernández y la Económica muestra otras como la impartida por Gálvez Rodríguez titulada “Poesía”.
- O el S.E.M. de Badajoz organiza, a final de 1953, un ciclo cultural sobre problemas de la Enseñanza con ponencias como “La juventud y España” por Antonio Zoido, “La Sección Femenina y la Escuela” por Antonia Muñoz o “La escuela rural” por Manuel Saavedra.
- Con el análisis de los elementos intervenidos, pruebas periciales e incriminatorias, a los en este momento detenidos se les instruyó diligencias por su implicación en la sustracción de automóviles, latrocinios perpetrados en estancos, estaciones de servicios, hotel/lugar de comidas, naves de transporte y parcelas de Ribera del Fresno, Aldea de Retamal, Monesterio, Villafranca de los Barros, San Pedro de Mérida, Santa Marta de los Barros, Guareña y Gévora.
Félix Valverde Grimaldi lee poemas de su libro inédito Panoramas íntimos y recitan sus versos Baviano, Laullón, Alberto Sánchez, Sáenz de Buruaga y Matilde Saussol. Incluso, se llega a hacer una comisión pro monumento de Luis Chamizo, presidida por Demetrio Barrero, para perpetuar la admiración y el agradecimiento de Extremadura al poeta y para adornar las plazas que llevan su nombre en Mérida y en Guareña, que se encuentran vacías. Además la información que poseen estas publicaciones, más que nada la revista Mérida y, especialmente, el semanario Mérida que es un periódico de información general con 110 números editados, han servido el día de hoy como fuentes primordiales de Mérida abarcable.
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Alcántara incluye entre sus secciones una titulada “Crónica”, donde ‘Curio O’xilio’ comenta las ocupaciones culturales. A partir del número 33, Jesús Angosto Valhondo es autor de una sección llamada «Notas breves de dentro y de fuera» que, firmada con el nombre de José de la Peña (esta especie de seudónimo procede de su segundo nombre, Jesús José, y de la segunda una parte de su primer apellido, Angosto de la Peña), da datos y opiniones sobre muchas de las actividades que brotan de estas inquietudes. En el número 37 , Valhondo inicia una nueva sección titulada «Ajeno de los libros», donde comenta poemarios recibidos en la Redacción de la revista cacereña.